Jauja En 1882, el Capitán Dinesen llega desde Dinamarca a la Patagonia, junto con su hija Ingeborg de quince años, para realizar un trabajo como ingeniero en el Ejército argentino. Cuando Ingeborg se enamora de un joven soldado y se escapa con él, el Capitán viaja a territorio enemigo para encontrar a la pareja.
En la antigüedad, se creía que Jauja era una tierra mitológica de abundancia y felicidad. Se emprendieron muchas expediciones para tratar de encontrar el lugar y comprobarlo. Con el tiempo, la leyenda creció desproporcionadamente. Indiscutiblemente, la gente exageraba, como de costumbre. Lo único que se sabe con seguridad es que todos aquellos que intentaron encontrar este paraíso terrenal se perdieron.