Paul

Un escenario honorable, por cierto, sin chispazos reales, pero que se mantiene en todo momento cuidando de sacar las válvulas más frontales en los momentos marcados como «familia» para contrarrestar.

Una comedia sin tiempo muerto, no siempre muy fina y seguramente agobiada por las demasiadas referencias, pero fiel al humor de Pogg y Frest y a la eficiencia de SNL. Como la salsa americana en un fish & chips.

La mezcla es «interesante», te hace sentir como si estuvieras cagando, tus dedos son aún más gordos, todo lo que hizo la finura del dúo se absorbe en el mismo océano de colesterol, pero qué carajo es bueno.

Como siempre en el dúo, Simon es el que lo hace mejor. La pareja que la pelirroja forma con Kristen Wiig es una gran pareja.

Una pareja loca y un extraterrestre desenfrenado

Pero el Gordo Nick sigue siendo muy poco utilizado y está restringido al rol de acompañante (en serio sus particularidades son «Estoy celoso de Paul y el cristiano loco», «Me oriné en los pantalones así que estoy enfurruñado» o «Me gusta follar ewoks»).

Y, Paul, si la voz de Rogen es siempre un placer de escuchar y obviamente se está divirtiendo, es la primera vez que veo al doblador de voz haciendo demasiado en la cabina y a nadie que le diga «tranquilo de todos modos, hombre» porque, ya ves, es Seth Rogen.