
Dirigir una empresa puede ser un reto, especialmente si usted es una mujer en una industria dominada por hombres. Buscando probar su valía, Adaeze acepta el reto cuando su padre, el jefe Ernest Obiagu, se ve obligado a dar un paso atrás debido a problemas de salud.
Irónicamente, nombra a su burdo y excéntrico hermano, Godswill, para que dirija la empresa con su hija pequeña. Las complicaciones surgen cuando descubren que la empresa familiar se encuentra en una situación financiera desesperada y que tanto Adaeze como Godswill intentarán salvar a la empresa a su manera con resultados alocados y a menudo hilarantes.