The Big Ugly

Harris está buscando establecer un dudoso acuerdo petrolero con el viejo amigo Preston (Ron Perlman), un hombre de cierta autoridad en la región. Pero Preston tiene un hijo rebelde, conocido sólo como Junior (Brandon Sklenar), cuya reacción a la línea de trabajo de su padre ha sido crecer asumiendo que puede hacer lo que quiera.

Cuando eso significa pasar la noche bebiendo con Fiona, que luego desaparece, el escenario está preparado para los problemas.

En el centro, naturalmente, está Neelyn, pero mientras que los espectadores podrían esperar del casting ver poco más que un matón tratando de encontrar justicia con sus puños, lo que obtenemos es muy diferente.

Se trata de un hombre atrapado entre su lealtad a la mujer que ama y al jefe que ha estado a su lado durante toda su carrera; un hombre, también, que sabe cómo funciona la violencia y lo que significaría actuar en el territorio de otro, sin importarle dañar al hijo de un hombre tan poderoso.

Una película llena de personajes de varias capas

A pesar de sus habilidades profesionales, también es consciente de que ya no es un joven, y pronto vemos lo fácil que puede sufrir en una pelea.

Además, está impactado de una manera más profunda y compleja por lo que le ha pasado a Fiona. Esto no sólo hace que la historia sea más interesante, sino que también le da a Jones espacio para ofrecer la mejor actuación de su carrera.

Sin embargo, no es una película sobre lo que ocurre en el centro, con eventos mucho más interesantes que ocurren en la periferia.