Palm Springs

La estrella de Brooklyn Nueve Nueve comparte el programa de Palm Springs con Cristin Milioti y Ted Mosby de How I Met Your Mother, y juntos nos seducen más de lo que podríamos haber imaginado, con una gran cantidad de descubrimiento narrativo y formal, precisión impecable, risa franca y emoción sin igual.

El éxito de esta película independiente distribuida por la plataforma americana Hulu se debe seguramente tanto a su concepto como a su dúo de actores: durante una boda en la que ambos son invitados, Nyles y Sarah están atrapados en un bucle temporal que les hace revivir el mismo día una y otra vez, atrapados en este día festivo pero en el que tienen muchas cosas que tratar.

No pueden salir de este bucle, ni por la muerte ni por ninguna fuerza redentora, así que ambos comienzan a domesticarse mutuamente.

A partir de este proceso, muy similar al de la película de Harold Ramis Groundhog Day – y repetido en Edge of Tomorrow o Happy Birthdead, Palm Springs dibuja una romcom perfecta, divertida y alegre, pero con una inteligencia discreta.

Se encontraran en una boda de Palm Springs

Por ejemplo, todo el comienzo de la película está salpicado de momentos sin rumbo: la relación sexual entre Nyles y su novia Misty (Meredith Hagner) o el discurso de esta última.

Podemos ver así la precisión de la escritura que, entre velocidad y eficacia, permite que el ritmo de la película nunca vacile, mejor aún, que lleve al espectador a un torbellino de descubrimientos visuales, con gags repetitivos e incisivas ideas de edición.

Pero incluso sin contar con todo eso, la película es también y sobre todo digna de Andy Samberg y Cristin Milioti, con su loca alquimia, entre la complicidad, la repulsión y el amor, en una comedia romántica siempre frenética y hermosa.

Y si la comparación es inevitable, porque Un Jour sans fin fin ya tendía hacia la romcom, pero a través de la redención de uno de los personajes, con un desequilibrio: Bill Murray es un gruñón misántropo, que tiene que hacer el esfuerzo de cambiar para seducir a Andy McDowell y así salir de su bucle temporal.