Light of My Life

Ese actor finalmente estrenaría su próximo trabajo de dirección, A Quiet Place, en la primavera de 2018, unas semanas después del estreno en Sundance de Leave No Trace, de Debra Granik, algo similar, aunque libre de ciencia ficción.

Un híbrido de supervivencia, eco-sensible, ciencia ficción/horror que Krasinski escribió, dirigió, y protagonizó, hizo gamberradas mientras que la película de Granik fue calurosamente abrazada por la crítica y el público. Y ahora tenemos Light of My Life, un híbrido de ciencia ficción y terror survivalist y eco-sensible que está escrito por, dirigido por, y protagonizado por Casey Affleck.

Las acusaciones contra Affleck que resurgieron en el momento en que ganó el Oscar (demandas por acoso sexual que datan de 2010 y que se resolvieron financieramente fuera de los tribunales) están bien documentadas, y es difícil considerar su primer largometraje narrativo como director sin que le vengan a la mente.

En un mundo apocalíptico

De hecho, es difícil incluso decir qué es lo que más sorprende aquí: el hecho de que la primera narración que ha producido como escritor-director se refiera a un mundo en el que las mujeres han sido casi erradicadas por una nueva enfermedad, o el hecho de que trate el tema con tanto cuidado.

Sí, esta es realmente la idea central de su nueva distopía, una pieza derivada pero sorprendentemente tierna y ferozmente atractiva de ficción especulativa llamada Light of My Life (Luz de mi vida) en la que Affleck protagoniza a Caleb, padre de Rag (la relativamente recién llegada Anna Pniowsky), una joven que nació justo antes de que la llamada «plaga de las mujeres» se abatiera sobre ella y que fue una de las pocas que sobrevivió. Entramos en la historia varios años después.

Las mujeres son perseguidas por razones que se dejan a la imaginación del espectador, por lo que Caleb y Rag (que debe esconder su floreciente feminidad lo mejor que pueda) deambulan por la tierra en busca de lugares seguros donde puedan acampar o establecerse por un tiempo.