El puente sobre el río Kwai

Mucho más que una simple película de guerra, «El puente sobre el río Kwai» es un duelo entre dos visiones opuestas de mando, entre dos fuertes personalidades, el encuentro necesariamente caótico entre Oriente y Occidente que conduce a una fascinante reflexión sobre el honor y el deber, a la que se añade el punto de vista americano, una joven y ligeramente diletante nación completamente perdida entre estos dos imperios y que pondrá las cosas en su sitio con la sutileza que conocemos.

Con un perfecto dominio del escenario y aparentemente fascinado por la naturaleza salvaje de los paisajes, David Lean consigue dar a su puesta en escena una amplitud asombrosa y al mismo tiempo dar a luz una película profundamente íntima y humanista.

Se opondrán a toda orden

El cineasta se acerca lo más posible a sus personajes, prácticamente sondeando sus almas, revelando la humanidad de cada uno a plena luz del día, negándose categóricamente a convertirlos en meras caricaturas grotescas.

No importa el punto de vista, el campo, la nación, cada uno tiene sus razones, sus ambiciones, sus dudas, sus miedos, sin que Lean se permita juzgarlos completamente.